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El Dios de Jesucristo: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
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Jesús no reflexiona sobre la naturaleza interna de Dios, lo presenta como fenómeno saturado: Con las Parábolas trata de acercarse a la idea de Dios, pero nunca lo abarca. Es más, tuvo que explicar lo somero de su discurso.
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La Parábola no describe, narra un hecho manteniéndolo en fénome saturado.
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Aferrados a Jesucristo tenemos la esperanza de una promesa ya cumplida: Seguridad de que lo que se nos presentó en el ayer, se presenta contextualizado en el ahora.
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“El Espíritu Santo es el propio Dios en cuanto próximo a los hombres y al mundo como poder y fuerza”. Además, “El Espíritu Santo no es un tercero, una realidad entre Dios y el hombre, sino la proximidad personal de Dios a los hombres”.
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¿Qué significa para el hombre de hoy creer en el Espíritu Santo, en el Espíritu de Dios? Significa aceptar con sencillez y confianza que en la fe Dios puede hacerse presente en mi interior, que en cuanto fuerza y poder de gracia puede conquistar mi interior, mi corazón, mi propio yo".
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"El Espíritu Santo nunca es una posibilidad del hombre sino siempre fuerza, poder y don de Dios".
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En el evangelio de san Juan el Espíritu Santo aparece con los rasgos personales de un
y (esto, y no de consolador). -
No fue el hecho de ser Hijo de Dios lo que distinguió en aquella época a Jesús de Nazaret de tantos héroes y semidioses que eran también hijos de dios.
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En Marcos, el hecho de que Jesús es Mesías e Hijo de Dios queda oculto para el público hasta la pasión, momento en el que Jesús acepta el título “Hijo de Dios”, pero no lo utiliza personalmente.
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La cruz era entonces algo muy distinto de un símbolo piadoso o una pieza ornamental: para los hombres llamados a la Fe, la cruz era portento de Dios y saber de Dios. Entonces, para Pablo el Crucificado por lo hombres es el mismo que el Resucitado por Dios a la vida.
¿Existe Dios? Hans Küng. El Dios de Jesucristo.
