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La Fe no puede ser grito porque el grito resulta un anonimato de sentimiento: "No distingue dolor del placer, júbilo de maldición; en cambio la fe sí".
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La Fe no es un discurso porque "No se supone la sucesión de un objeto con garantía a la preemencia de un sujeto".
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"La Fe ni dice ni enuncia, sino que cree y no tiene otro fin sino creer" Es decir, sólo genera confianza.
LA FE DESDE JEAN-LUC MARION EN DIOS SIN EL SER
